"Ya desarrollé la habilidad de pintarme las uñas de la mano
derecha con la mano izquierda"
Había que ir a Constitución, que
queda a 45 minutos de aquí, a buscar un
supermercado y una feria -los santiaguinos le dicen “La Vega”, los curicanos “La
Felicur”- Acá no hay supermercado ni Vega-Felicur, es un pueblo, la gente tiene
su propio huerto y los supermercados son almacenes de barrio, que naturalmente
son más caros que ir a comprar las cosas al super. Tenemos un almacen de barrio
a dos kilómetros de la casa y un puesto de papas fritas a 200 metros. El puesto
de papas fritas es la novedad de este verano. Un evento importante que no puedo
omitir.
Partimos rumbo a Consti, atrás
del auto íbamos 4, yo llevaba a mi prima chica en brazos, a la media hora ya no
sentía mis piernas, pero mi prima me cae muy bien, así que era soportable.
Cuando llegamos a la ciudad vimos un tren y como mi papá tiene esa fascinación
nivel Sheldon Cooper por los trenes tuvimos que parar afuera de la estación.
Sí, me saqué una foto con el tren. Era bastante antiguo y llegaba hasta Talca,
pasando por pueblos de nombres chilensis, de esos que solo los geógrafos conocen
y que no salen ni en el informe del tiempo.
Auto. Feria. Unimarc. Baño. De
vuelta. Comimos empanadas de queso, mi prima papas fritas –del puesto de papas
fritas nuevo- . Después, a las 6 y media de la tarde hubo una onces-comida, al estilo
JulioVidela1, solo que sin chis pops, pero
si con porotos granados. Porotos granados que a mi hermana le costó dos horas
comer.
Después con mi abueli hicimos un
paseo adrenalínico subiendo por unas rocas, mi abueli es una abuela extrema, envídienme
tanto como puedan.
El sueño me venció.
Al otro día todo fue normal.
Hasta el almuerzo, porque había pescado frito y a mí no me gusta el pescado. No
es por la carne de este, sino porque me aburro de sacar tanta espina, esta vez,
yo me demoré dos horas.
Regla de oro: nadie se para de la
mesa, hasta que todos se coman todo lo que hay en el plato. Ups.
Después de almuerzo la playa
estaba llena. Me estresa. Desde que pusieron estacionamientos llega toda la pipul
a este sector. Antes uno se podía bañar hasta sin ropa y tomar sol en topless. Nadie se daba cuenta. Las cosas
cambian con el tiempo. Lo bueno es que ahora hay luz eléctrica en la calle y un
hermoso, estúpido y sensual puesto de papas fritas.
Hoy no tomamos onces-comida, si
no que once real, como los machos. En Canal 13 estaba la perfecta imagen de
John Travolta en sus mejores años. Grease. Bailes y chaquetas de cuero en una
película que jamás pasará de moda.
Cambio y fuera.
Frase del día: “¿Brocacochi no es
esa verdura verde? – No, eso se llama Brócoli.” (Alarcón, 2015)